miércoles, 1 de septiembre de 2010

CALLE ABREU

A esta pequeña calle sin salida correspondió en la reforma general de los nombres de las calles y plazas y numeración nacional de sus edificios, verificada en el año 1855, el religioso franciscano hijo de Cádiz, Fraile Pedro de Abreu (a) Abrevo, hombre de no escasos méritos, que profesó a los veinte años en la religión del Patriarca de Asís.
Predicador, doctor en filosofía, comisario general y definidor de las provincias de Andalucía, se dedicó a las letras publicando varias obras, dos de ellas impresas en Cádiz en 1610 y 1617, dejando inéditas “Descripción de la antigua y noble ciudad de Cádiz” e “Historia del saqueo de Cádiz por los ingleses”.

Lo mismo que Escalera, lo damos como hijo de Cádiz, siguiendo la opinión de Cambiazo, pues si bien no llegó a publicar su biografía, lo da como tal, aunque se ignoran los fundamentos que para ello tuviera.
Fraile Pedro de Abreu, nada aclara de este particular en sus obras, en las que hablando de sí mismo, dice; que estudió en su juventud en el Convento de San Francisco de Sevilla, donde residió hasta los veinticinco años, que por espacio de veintitrés, estuvo leyendo Teología escolástica en la gran ciudad de Sevilla(1590), en la Universidad de Osuna y en otras ciudades; en 1613 visitó la provincia de Cantabria, acompañado del general de la Orden.
Su libro Saqueo de los ingleses tiene gran valor histórico, testigo presencial de aquellos sangrientos sucesos, su lectura despierta gran interés, en su narración resplandece la verdad, no muy grata para el Corregidor y personas importantes que mandaban en aquellos días, a los que amargaron tanto las revelaciones de Fraile que impidieron la publicación de la obra, como aparece en actas capitulares de 19 de Febrero de 1609. Desconocido hubiera quedado tan interesante relato si el eminente escritor D. Adolfo de Castro, no demostrara empeño en su publicación, acordándose esta en 1866, aportando el Sr. Castro interesantes documentos relativos al suceso, procedentes de manuscritos de la Biblioteca Nacional de la Real Academia de la Historia y del Archivo de la Catedral Hispalense. En el año de 1911, se publica una nueva relación de aquel suceso, tomada de la rica colección del ilustre bibliógrafo Sr. Duque de T Serclaes, al parecer desconocido del Sr. Castro. Hasta el citado año de 1855 se conocía esta calle por el nombre de “La Cabra” aparece en documentos públicos en 1856. En 1864 se conocía por” Doña Juana Nevado” posteriormente se llamó de “Cotiño” luego de “San Vicente” y después de “San Cayetano” ignorándose el origen y causas de estos cambios de nombres. Esta estrecha calle, que como hemos dicho ha carecido de salida, se proyectó dársela por el Campo del Sur.
De esta servidumbre o calle de ”Santa Ana” no hace mención ni Castro ni Escalera y, sin embargo, aparece señalada en los planos de esta ciudad, tantos antiguos como medianamente modernos. También en el plan general de alineaciones, formado por el notable arquitecto D. Francisco Ortiz de Viena, se indicaba la citada reforma. A petición de D. Diego Ojeda. En Cabildo de 1º de Febrero de 1888, se permitió la ocupación temporal de casi la mitad de la calle, abonando un canon anual, concesión ampliada en 1910, bajo iguales condiciones, para ocupar mayor extensión.
Esta calle tuvo la particularidad de que terminaba en una reja perteneciente a la fábrica de harinas “Harinera Castro S.A.” y sufriò varias aperturas, para tener acceso al Campo del Sur, dictadadas por los Ayuntamientos de 1870 y 1931..

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