miércoles, 1 de septiembre de 2010

CALLE ALCALÁ GALIANO:

Alcalá Galiano, de la “ Manzana” se llamó, hasta que en 1º de Septiembre de 1893 acordó el Municipio darle el nombre actual. En el año 1855, se conocía por “Pero Nuño” único Conde de Buelna, donde el doncel de D. Enrique III, valiente marino y experto diplomático, que figuró en las Cortes de 1419. No ligeros apuntes, sino extensa biografía, merecía, si este libro lo permitiese, el elocuente orador, batallador político e hijo de Cádiz D. Antonio Alcalá Galiano, hijo del valiente marino D. Dionisio Alcalá, que alcanzó gloriosa muerte en Trafalgar al mando del navío Bahama.



Nació en Cádiz el 22 de Julio de 1789, muy pequeño dio a conocer su naturalidad, talento y personalidad, componiendo unos versos a los cuatro años de edad; abandonó la carrera militar por la diplomática, y a los diecinueve años se encontraba en Madrid cuando ocurrió el alzamiento general de España contra los franceses, señalándose como defensor de la causa nacional, con sus ardientes artículos y poesías. Al volver a Cádiz, centro en aquellos días de todos los organismos de la nación, se dio a conocer como hábil periodista, empezando su carrera administrativa al ingresar en la Secretaría de Estado, pasando después a la Secretaría de la Legación de Suecia, año de 1813. Obligado por contrariedades de familia e influido por nuevas amistades, tomó parte activa en las conspiraciones de aquellos turbulentos días. Contribuyó al alzamiento del ejército en las Cabezas de San Juan, en los años 1822 y 1823, fue uno de los más fogosos radicales de la minoría. Amigo de Isturiz, Saavedra, Argüelles, y otros conspicuos políticos, también lució sus facultades oratorias en la celebre Fontana de Oro. La invasión de cien mil franceses para apoyar los derechos absolutos de Fernando VII, dio lugar a la famosa retirada de las Cortes y el Rey a través de Castilla y Andalucía.
Personificación de aquella asamblea fue Alcalá Galiano; la preside en Sevilla cuando en la memorable sesión fue suspendida la autoridad real; y fue el autor de la proposición de la incapacidad del Rey. Su pronta huida a Inglaterra en 1823, le libró de las persecuciones y de la muerte. Doce años duró su emigración. Los sucesos sangrientos ocurridos en la noche de San Daniel (10 de Abril), parte de cuyas responsabilidades le alcanzaban, su avanzada edad y la lucha con sus ideales liberales, hicieron que en el mismo Consejo de Ministros se sintiera indispuesto y falleciera al día siguiente, 11 de Abril de 1865. Hombre muy superior a los de su época, fue envidiado y combatido con saña, literato de mérito eminente, adquirió fama como polemista y orador elocuentisimo. Sus memorias, que arrojan gran luz sobre los acontecimientos políticos ocurridos a principios del siglo XIX, fueron publicado por su hijo en Febrero de 1896, formando dos tomos de regulares dimensiones. Fue condenado a muerte por presidir la Asamblea de Sevilla, en la que incapacitó a Fernando VII, tras la invasión de los Cien Mil hijos de San Luis.
Esta calle en la actualidad lleva el nombre de Corneta Soto Guerrero, por un soldado de la guarnición de Cádiz que fue el primer muerto en nuestra ciudad el 18 de Julio de 1936 perteneciente al Ejército “Nacional”.


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